Según afirman algunas personas creyentes de las religiones fundamentadas en Cristo, en vano sería todo lo acontecido a Jesús si no se hubiera cumplido su anuncio de resurrección luego de 3 días de haber perecido en la cruz.
Sin embargo, generalmente nuestras tradiciones y celebraciones están más enfocadas a celebrar el dolor y la pasión, que el gozo de saber la noticia de que “el Hijo de Dios” se levantó de entre los muertos regresando a la tierra con ejemplo de victoria sobre el mal y el pecado.
El día de hoy, aunque entrada la noche, quisiera dedicar este post a una reflexión de cada uno de nosotros sobre cómo nuestro país puede levantarse de una serie de hechos históricamente dolorosos para encaminarse a un paso de “resurrección” que nos permita emerger victoriosos a través de buenas acciones buscando el bienestar propio y el común por nuestras decisiones individuales; independientemente de nuestras creencias o preferencias de cultos religiosos, somos guatemaltecos todos que buscan un mejor lugar para disfrutar la vida y para que los nuestros lo hagan de la misma forma.