Lo recuerdo como si fuera ayer….. era la noche de un 5 de febrero del año 1998 y mi querida selección de fútbol, en ese entonces dirigida por Miguel Angel Brindisi se enfrentaba a la poderosa selección de Brasil que ostentaba el titulo de campeón del mundo ganado 4 años atrás.
Se dio el pitazo inicial y ni el mas optimista entre los optimistas esperaba lo que se dio a continuación:
Guatemala salió a la cancha con mucha determinación, jugándoles al tu por tu a los cariocas con un sistema de juego que explotaba la velocidad de Everaldo Valencia por la banda derecha y que los puso en algunos aprietos. Pasaban los minutos y para sorpresa nuestra aun no caía gol en nuestra portería (nótese la falta que fe le teníamos a nuestros seleccionados). Sin embargo, como sucede con frecuencia cuando estamos haciendo un buen papel, la suerte no estuvo de nuestro lado y el arbitro central marco una dudosa falta dentro del área, la cual fue cobrada perfectamente por Romario y que nos ponía en desventaja por la mínima diferencia.
Se volvía a dar inicio al partido desde la media cancha luego de la anotación del penal, y aunque estaba muy orgulloso de lo que la selección había hecho hasta entonces pensé honestamente que no tenían para más. Me comí mis palabras y aun estoy feliz de haberlo hecho…. mientras el partido se encontraba en tiempo de reposición y después de que la azul y banco estuviera buscando incesantemente el gol del empate se dio un desvió por parte de los contrarios, cobrandose un tiro de esquina. Martin Machon lo cobro, lanzo un potente izquierdazo al primer poste donde apareció San Juan Carlos Plata para rematar de cabeza y dejar inmovilizados a defensas y arquero que solo vieron como ingresaba el balón en su arco, para que un segundo después viniera la explosión de los jugadores y de todo el pueblo de Guatemala que no se lo podía creer, y es que era un empate con sabor a victoria, le habíamos empatado al campeón del mundo o si no pregúntenselo a Erick Miranda que en una entrevista a segundos de finalizar el partido se le pregunto que pensaba del encuentro y el con una sonrisa en la cara respondía: Creo que es una victoria muy importante para Guatemala… perdón… empate.
Mañana enfrentaremos nuevamente a Brasil en un partido de fogueo y aunque no se juegan puntos o copas, los seleccionados estarán jugando posiblemente por algo más importante, estarán jugando por mantener intacto el recuerdo de millones de aficionados que desde hace 7 años pensamos que le podemos jugar al tu por tu al mejor equipo de fútbol del mundo.