El rompimiento de la tregua de no agresión entre las Maras Salvatrucha y Mara 18 el pasado lunes dejó 35 muertos y gran cantidad de heridos. Cientos de medios han citado el nombre de nuestro país por este lamentable incidente.
Vivimos en un país inseguro y las cárceles se han vuelto campos de batalla ante la corrupción del sistema y las autoridades. Y lo más preocupante es la sed de venganza que han generado.
Si las Maras pudieron actuar con total libertad en las prisiones de Escuintla, qué las detendrá a que estas trifulcas se realicen en las calles de nuestro país. Una guerra de Maras podría haber iniciado y será mejor tomar precauciones adicionales en nuestro día a día, pues la situación de seguridad en este país es cada día más crítica.