Ya es bien sabido que el costo del combustible para todo fin se ha venido incrementando y no sólo pega en el bolsillo de quienes conducen un vehículo sino de quienes se transportan en medios públicos, los que consumen pan, aquellos que gustan de un agua gaseosa e inclusive, materiales de construcción.
En fin… todos sentimos el efecto en los precios de muchos productos.
LAS PREGUNTAS SON: ¿Debe el gobierno intervenir el precio de los combustibles, el del pan, del transporte público, etc.?, ¿Deben los consumidores protestar buscando que los empresarios se pongan la mano en la consciencia y reduzcan sus utilidades (por igual en la gasolina que en el pan)?, ¿Deben las sociedades buscar con mayor velocidad los productos substitutos?