En el marco de la inaguración del VIII Festival �?caro de Cine y Video Centroamericano se realizó ayer el estreno de la producción nacional Las Cruces… Poblado próximo”, la segunda producción de Casa Comal.
Las Cruces… Poblado próximo se remonta a los tiempos de la guerrilla en los años 80. La comunidad de Esperanza ha sido arrazada por “los pintos” (el ejercicio) y llega el aviso que el próximo objetivo es la comunidad de Las Cruces. En las cruces conocemos importantes tradiciones mayas en sus fiestas y su modo de vivir rodeados de naturaleza, aunque con la intranquilidad causada por el conflicto interno que se desarrolla en el país. La decisión de huir o luchar debe ser analizada por los líderes de la comunidad y llega el apoyo de siete guerrilleros dispuestos a arriesgar su vida por proteger al pueblo. Estos combatientes son los mejores en su área, reunidos por la idea de la revolución, viviendo en la montaña durante varios años. Sin embargo lo que viene es inesperado para todos y surgirán conflictos de opiniones, política y de ideales entre los habitantes del pueblo y los guerrilleros.
Un detalle muy importante en la película es el uso de idiomas Mayas de parte de la comunidad (algo que hizo falta en Donde Acaban los caminos), de hecho, muchos habitantes de las locaciones donde fue filmada la película se convirtieron durnate el proceso de filmación en importantes extras y actores secundarios. La película se filmó en Ciénaga Grande, San José Pinula y en Tac Tic, Alta Verapaz. Además conto con preparación militar durante 2 meses para los actores.
Casa Comal ha dado un importante avance en sus producciones y luego del trabajo que presentaron en La Casa de Enfrente, nos traen una producción nacional que vale la pena presenciar. Se las recomiendo!
Por cierto, para quienes se perdieron el estreno, sentarse a apreciar cine nacional en plena Plaza de la Constitución es algo que no se puede hacer todos los días y que no solo fue una experiencia refrescante, sino además muy agradable. Claro, el frio de noviembre y una leve brisa nos hizo recordar que estabamos al aire libre, pero nada que un buen sueter no calme.
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