Desde un refrescante chapuzón en el Río Guacalate, el Nahualate, Achiguate o cualquier otro en Guate, pasando por los suertudos en Automariscos o los Baños Santa Teresita. Una buena limonada, fresquito de tamarindo, horchata, rosa de jamaica, licuado de piña o simplemente, agua pura muy fría. Las pantalonetas deshiladas, el pantalón cortado para la ocasión o un calzoncillo que no sea muy transparente para echarse el chapuzón, si se puede, en la fuente del parque de la Antigua Guatemala.
¿Qué recuerdos guardan de los acalorados meses previos a la Semana Santa en Guatemala?
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