Este es un simple libro de ficción ligth que vendió mucho e inspiró una película, éso es todo.
En resumidas cuentas el anterior puede ser un comentario certero y breve sobre le libro, pero la polémica radica en que este libro se basa en la vida y descendencia de un personaje de gran relevancia en el mundo occidental: Jesucristo.
Mucha tinta ha corrido con respecto a la novela de Dan Brown, El Código Da Vinci, y mucha más tinta correrá estos días. Todo por el reciente estreno de la película basada en el libro. Un libro que narra una intriga encabezada por la iglesia católica para ocultar los supuestos descendientes de Jesucristo con María Magdalena. Ellos son protegidos por una especie de congregación denominada Priorato de Sión, quienes los han resguardado en un secreto de varios siglos, protegiéndolos de los embates de la iglesia, la cual busca, según el autor, conservar su posición de privilegios en el mundo.
Realmente la novela de Brown tiene un tratamiento muy lineal en su escritura, por no decir deslizante. No existen cavernas dentro de la trama que hagan pensar algo más allá de lo obvio, aunque claro, Brown no pretende ser la reencarnación de Cervantes ni Dostoievski.
El éxito de la novela se debe a un espacio literario que pocas personas se habían atrevido a tocar; la imagen de Jesucristo, combinada con una dosis de misticismo y una intriga mundial, son detonantes mercadológicos inminentes. La novela viene a subsanar ese hueco que existe en la fe: -¿Y si no hubiera sido así?…-
La gran hazaña de Dan Brown fue llenar ese vacío que tenemos los mortales sobre una historia que desconocemos, la de Jesucristo. Todo, con una ficción que parece verdad, o que los lectores desean que sea verdad.
Pero ¿Realmente deseamos que esto sea verdad? Por supuesto, necesitamos la dosis de misticismo en las cosas que no podemos explicar. Debemos saborearnos los bigotes con ese supuesto secreto que sólo nosotros conocemos.
El Código Da Vinci, vine a develar el enorme bache que la humanidad tiene en la fe. Un agujero que no todos logran cerrar, y que desean mantenerlo abierto, así sea con una pesudo-conspiración y las ventas de bestseller.
No con éllo pretendo satanizar el libro, porque al final de cuentas es literatura de ficción con la cual este autor amasa una fortuna y y que a pesar de sus descomunales ventas deja mucho que desear con su calidad literaria.
¿La película? Pues démosle el beneficio de la duda, la historia merecía una adaptación a la pantalla grande y la obtuvo pues para éllo fue diseñado. Una película que se espera dignifique el guión y la trama pues como se sabe, de los peores libros, salen las mejores películas. Aunque las excepciones rompen las reglas.
Lo bueno y lo malo del Código
Es de alegrarse de que la gente tome el tiempo para la lectura de esta obra, eso es excelente. En un país como el nuestro, la lectura es un acto loable. Lo malo es que crean que es el mejor libro del mundo