Sonrisas, trajes formales, trajes indígenas, damas, caballeros, dimes y diretes…
En los más recientes comicios electorales, fue todo lo anterior lo más perceptible y lo que más huella dejó en nuestra memoria. ¿Planes de Gobierno?, ¿Intenciones sinceras y sin maquillaje? Sería difícil recordar alguna proveniente de cualquiera de los candidatos a la Presidencia.
Es por éllo que la decisión sobre la persona, el partido, los ideales o el plan de gobierno que recibirán nuestro voto, se ha vuelto tan fácil o tan complicada como nuestro interés lo defina. Tan fácil porque podemos votar por Ricardo Castillo Sinibaldi por su trayectoria en el IRTRA o por Rigoberta Menchú derivado de su premio Nóbel, tan difícil porque en vez de razones tan simples, podríamos hacer el intento de conocer los planes de Gobierno de Luis Flores Asturias o �?lvaro Colom (menciono a estos posibles candidatos sólo como un ejemplo, pero el abanico de opciones aparentemente será muy amplio, los discursos tal vez no tan originales pero la historia será sin duda alguna determinante del desarrollo a mediano plazo de Guatemala).
Así es que ustedes ¿Votarán por algo (sonrisas, colores de piel, razas, logros pasados)?, ¿Votarán por alguien?, ¿O votarán por la persona, equipo, partido y plan de gobierno que mejores resultados darán a Guatemala?