Una estampa diaria en el municipio de Jocotenango, en Sacatepéquez, es la venta de desayunos de “Sarita�? una joven de 27 años, quien ofrece variedad de antojitos chapines.
En la esquina del edificio municipal sobre la Calle Ricardo Arjona, llamada así desde agosto del 2002 en homenaje al cantautor que nació en el lugar; es característico el canasto acolchado con servilletas gruesas para conservar el calor de los alimentos.
“Vendemos tostadas, tacos, chuchitos, rellenitos, panes con pollo, con salchicha; atol de plátano y arroz en leche y otras cosas dependiendo del día�?, explicó la vendedora.
Aunque el espacio no ofrece la comodidad de un comedor o restaurante, los compradores (lugareños, turistas, estudiantes nacionales y extranjeros, o visitantes de paso) encuentran en la grada del corredor de la comuna o bien el interior del carro, el mejor asiento.
“Soy visitador médico y cuando me toca venir por acá siempre paso a desayunar con Sarita, les sugiero que prueben el guacamol porque es una delicia�?, comentó Alfredo Mora.
Además de saciar el apetito, el pasaje del área es grato para la vista y el espíritu. El cielo azul, y la vista del volcán, se combina con la arquitectura de la iglesia, los balcones de las casas, el “Jocote�? gigante que se ubica en la entrada de la calle.
Durante este mes, además, llama la atención la rueda de Chicago, los juegos mecánicos y otros característicos de las ferias patronales, porque están de fiesta. El 15 de agosto, celebran con todo su esplendor el día de la Virgen de la Asunción.
Jocotenango se encuentra a 47 kilómetros de la capital, su extensión es de 9 kilómetros cuadrados; con una población de 30 mil habitantes.