La festividad de independencia guatemalteca puede adoptar ahora un carácter más de esperanza que de realidad. Anoche escuchaba a un cantante guatemalteco decir: “Mañana celebramos nuestra independencia de España, pero ¿Cuáles son nuestras nuevas dependencias?”. ¿Dependemos de otros gobiernos?, ¿Otras economías?, ¿Otros pensamientos?, ¿De grupos de presión e inhumanos?
Lo que sí podemos afirmar es que en situaciones difíciles y con menos recursos es cuando los países con menos riqueza han logrado salir adelante así que si queremos ver el lado optimista de la coyuntura nacional, puede ser la oportunidad perfecta para que una Guatemala de connacionales unidos, con el mismo objetivo de superación podamos hacer efectiva la frase que personalmente me fascina: “en nuestra diversidad está nuestra riqueza y nuestra fuerza”.
Lo hemos dicho antes y es que somos bajitos, gorditos, morenitos o más blanquitos… tendremos los dientes torcidos pero sonreímos al escuchar “Luna de Xelajú”, nos dolerán las rodillas pero habremos bailado “El Son”, nos pesarán los años y un par de tragedias personales pero siempre, siempre, SIEMPRE llevamos en el corazón nuestra guatemalidad, la fe de que nuestros nietos podrán disfrutar del trabajo honrado, ético e incansable que hoy, todos desempeñamos.
La nota de hoy no va hacia los símbolos patrios, los actos a veces considerados patriotas ni para afirmar que Guatemala o alguna otra parte del mundo es libre… esta nota es para agradecer a Dios por haberme hecho 100% GUATEMALTECO.