En el municipio de Sumpango, Sacatepéquez, las noches de este mes tienen una especial actividad; grupos de amigos y parientes se reúnen en salones comunales o salas de casas con un objetivo: elaborar los barriletes gigantes, reconocida tradición de este lugar, ubicado a 42 kilómetros de la capital.
Esta es una expresión clara y de orgullo para los sumpangueros que data desde hace varios siglos. El Ministerio de Cultura y Deportes, el 30 de octubre de 1998; declaró Patrimonio Cultural de Guatemala a la Feria de Barriletes Gigantes de el Municipio de Sumpango que se realiza el 1 de noviembre de cada año. Recientemente el Presidente Oscar Berger, les otorgó la Orden del Patrimonio Cultural.
La creatividad no sólo se aprecia en los diseños sino en los nombres que cada grupo ha adoptado: “Los cotorros audaces”, “Happy boys”, “Gorriones chupaflor”, “Los cucuyos”, “Los audaces”, “Hijos del maíz”.
Algunos han avanzado más en el trabajo, mientras que otros iniciaron la semana pasada, dependiendo de las categorías a las que están inscritos, la labor es más exigente.
“Empezamos a realizar los diseños en julio, será un barrilete de 13.5 metros, esperamos no tener contratiempos”, dijo Henry Cajbón de 18 años, quien representa al grupo “Happy boys”, integrado por 25 personas.
En su mayoría los barrileteros son jóvenes, después de un día de labor en el campo o las maquilas, llegan a los puntos de encuentro, se descalzan sobre el diseño base y empiezan a copiar en el papel de china los dibujos; de fondo las bromas, los cuentos del día, así como la mezcla de música de reggaetón, ranchera y marimba.
“Estamos tratando de hacer algo que se relacione con el misterio de la muerte, todavía no estamos seguros del tema”, dice René Xicón, del equipo de “Los cotorros audaces” quien además cuenta que la próxima semana viajarán a la costa a traer otro de los materiales básicos: la caña para la armazón.
En relación a los temas que desarrollan la mayoría guarda silencio, revelar cuál es el concepto es una amenaza, por eso cada pedazo terminado es celosamente guardado y sólo se permite ver el colorido de los ornamentos.
La labor nocturna de cortar y pegar se interrumpe a las 12, cuando llega el café o el atol, dependiendo de las posibilidades del integrante del grupo que le toca convidar esa noche.
Los sábados la dinámica cambia un poco, en lugar de terminar a la una de la mañana, la mayoría extiende el trabajo hasta que alumbran los primeros rayos de sol.
Todo el esfuerzo estará expuesto al público, el próximo 1 de Noviembre a las 2 de la tarde, en el Estadio Municipal.
Viviendo esta experiencia sumpanguera, se puede apreciar con mayor respeto la Feria de Barriletes Gigantes, tan grande como la cultura y el esfuerzo de cada uno de sus pobladores.
Categorías y calificación
El jurado calificador lo integran 5 ó 7 personas de reconocida honorabilidad y conocedores del arte.
El evento se divide en categorías:
A: 10-13 metros –sólo para exhibición-
B: 3-6 metros
C: Diseños especiales, pueden participar los visitantes.
Infantil: 1-2.5 metros para niños menores de 12 años
Materiales y características
Materiales: El armazón o estructura se forma con caña de veral o de castilla, caña de bambú. Dependiendo de las dimensiones del barrilete, se amarra con cáñamo o lazos y alambre hasta que adquiere la tradicional forma poligonal.
Papel de china: Es la base fundamental por su variedad de colores y transparencia, este tipo de papel permite el paso de los rayos solares.
La cola: Conocida como Patzunga, le da balance al barrilete para que no se incline hacia los lados. Se elabora de retazos de tela sobrantes de los sastres de la localidad.
Los flecos: Elaborados también de papel de china, son una parte fundamental, ayuda a la elevación y permiten el equilibrio en el aire.
Sumbadora: Es un retazo de papel de china pegado a una pita, se coloca en la parte superior del barrilete; es sostenida por dos cañas que están unidas a la armazón del barrilete.