Cuando menos sentimos, el 2006 se había despedido y un nuevo año estaba entre nuestras manos. Otra vez, se nos hace agua la boca al ver tantas nuevas oportunidades, metas por cumplir, errores por enmendar y virtudes por desarrollar. Pero como bien dicen que el que mucho abarca, poco aprieta, tal vez lo mejor sea dejar de menear el atol y poner manos a la obra.
Todo está en que nuestras acciones de año nuevo no se queden en refranes y dichos. Así es que ¡A echar punta! compatriotas y como siempre, a mantener la fe fuerte, el ánimo arriba y nuestros objetivos claros.
Pero a todo esto, ¿Ya tienen sus objetivos ustedes?
Comentarios