La novedad para el fin de semana pasado fue el Transmetro en la ciudad de Guatemala. Ciertamente fue un tema polémico que desde hace varias semanas viene generando críticas. Desde vecinos inconformes hasta pretextos burocráticos. Sin embargo ya este trasporte se encuentra sobre la marcha.
Si usted es uno de los usuarios que al igual que yo, fue uno de los que ya los utilizó, pues seguramente, ya tiene su conclusión.
Por lo menos mis observaciones se basan en la utilidad de dicho trasporte. Algunos defectos que hay que evaluar seriamente para que este en realidad funcione. Y no se vuelva un problema serio y de consecuencias económicas que al final terminamos pagando todos los guatemaltecos.
Una de las primeras observaciones es el orden. Se necesita un orden real, y que las terminales estén óptimas para su uso.
La falta de información en las estaciones es otro punto controversial. Hace falta mucha información para conocer las paradas y saber que la última, ya en la zona 1, no está terminada.
Pero creo, la que más problemas da, es la de la utilización de recurso humano. Se usa un exceso de agentes de EMETRA, esto para ordenar el tráfico. Como pretender quitar todos los semáforos y suplantarlos con agentes. Ciertamente, se necesitan de ellos, pero no son eternos no robots para estar todo el día y parte de la noche en la calle para ordenar el tránsito.
Además se deben agilizar para el abordaje y hacer más fluido el tráfico. Y espera que el servicio no colapse por exceso de pasaje, como sucedió en las horas pico del primer día.
Y sobre un tránsito más liviano sobre la calzada Raúl Aguilar Batres, el primer día no vi mejora alguna.
Aunque la colaboración de la población es también determinante. No tenemos cultura para utilizarlos todavía. Como diaria un amigo –extrañamente estamos acostumbrados a bajarnos del bus saltando y subirnos colgando –una realidad que golpea.
Esto no es para beneficio del alcalde y su comuna, sino para que los vecinos del sur de la ciudad sepan que el sacrificio hecho meses atrás valió la pena. Espero, este proyecto sea de un real beneficio social. Y no una piñata de empresarios. Que la comuna lo maneje bien y que de pronto no se les ocurra privatizarlo. Mucho ojo.
¿Ahora usted que experencias ha tenido?