El poeta y matemático alemán Hans Magnus Enzensberger afirmaba hace algunos años que pensar que el Internet sería la gran solución esperada por la humanidad era como pensar que la aparición de la imprenta en el siglo a fines del siglo XV iba a erradicar el analfabetismo. Seguro, la analogía resulta muy útil para pensar en la importante transformación en la vida humana que el Internet ha representado, eso ni qué discutirlo.
Y bueno, ahí está, una enorme y abstracta red de información que, para aterrizar la idea, se ha convertido en la principal fuente de investigación de un gran número de estudiantes… en el mundo por supuesto, cada contexto tendrá algo distinto que decir.
Por ejemplo, las famosas “Láminas” de distintos contenidos didácticos. Todos recordaremos el dedo levantado del maestro diciendo “no se olviden de traer mañana su lámina de los mayas/del futbol/ de las profesiones/ de las enfermedades venéreas (¡esta es bien famosa!)/ de plantas medicinales/ de monumentos históricos”, y un largo y sorprendente etcétera. En esos nuestros primeros contactos con el material de consulta nos disfrutábamos ver ya las fotos, ya los muñequitos, haciendo o mostrando alguna propiedad que desconocíamos. Las letritas azules atrás de la lámina terminaban siendo el chivo para el examen.
Y pues, recordando el recorta y pega de las láminas se pone uno a contrastar: ¿qué tan funcionales resultan ahora las láminas con las nuevas tecnologías (Internet, enciclopedias multimedia, etcétera)?, bueno, acá, en nuestro contexto guatemalteco la respuesta resulta la puede dar un vistazo a las estadísticas. El 17 de julio se 2007, el diario Prensa Libre divulgó el resultado de un estudio de opinión elaborado por Vox Latina para UNICEF, y el resultado: el 65 por ciento de jóvenes comprendidos entre los 13 y 17 años no utiliza Internet. Bien, ahí está el detalle, el acceso a la tecnología implica un proceso de intercambios culturales, educativos, económicos, políticos, es una cuestión compleja que involucra muchos factores y que no encuentra su solución llevando computadoras a cada rincón del país. Ahí tenemos un interesante punto pues, el Q1.50 que puede costar una lámina multicolor, por lo pronto es una forma más accesible de horizontalizar la información. Cualquiera diría que 15 minutos de Internet y una impresión son más baratos. No estamos del todo seguros, pero sí podemos afirmar que, aunque nos cada vez nos sentimos más cómodos en la era de la información, aún tenemos varios retos que plantearnos como guatemaltecos en esto de acceder a la información.