Así lo aseguraba el Presidente Alvaro Colom luego de reconocer que la mayoría de violaciones a los derechos humanos perpetradas durante el conflicto armado, habrían estado en manos del Estado.
Al respecto, hace algunos días replicábamos en Guate360.com un artículo del blog Hunapú e Ixbalanqué enfocado al esclarecimiento de las atrocidades cometidas contra los pueblos indígenas, principalmente por el ejército (bajo la clara perspectiva del autor, con el soporte de muchas pruebas existentes en la actualidad), antes de exigir perdón y el cese de resentimientos por parte de sobrevivientes y otros guatemaltecos altamente conscientes de lo acontecido durante varias décadas.
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“Y sí perdonamos…
Pero dennos primero lógica
Queremos saber a quien hay que perdonar.
Antes de perdonar…”
Así reza un excerpto del artículo en mención y cobran mayor sentido ante la apertura de los archivos del ejército.
Desde ya se hacen escuchar voces de preocupación y otras que buscan demeritar la orden de Colom en su calidad de Comandante del Ejército de Guatemala. El mismo Otto Pérez Molina (ex-candidato presidencial por el Partido Patriota), según Prensa Libre, afirmó que el anuncio obedece a intereses políticos y que generaría falsas expectativas, pues como afirmara también José Luis Quilo de la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala: “[en los archivos del ejército] no hay nada de lo que andan buscando”.
¿Tendrán razón los ex-militares al afirmar que el abrir los archivos del ejército no debe dar esperanzas de justicia a las víctimas del conflicto armado?, ¿Contendrá este archivo los nombres de militares o funcionarios que planearon las masacres que se les imputan?, ¿Figuran ahí los nombres de Efraín Ríos Montt, Otto Pérez Molina y otros más? Las preguntas han sido y siguen siendo muchas, las respuestas nulas y las víctimas miles.