FOTO: Ana y Peter Langaüer
Hace varios meses, el diario español El País publicaba la noticia titulada “Guatemala, ¿Estado fallido?” (que por cierto, recomiendo leer). Lo que me lleva a mencionar esta nota es una frase de Carlos Castresana, quien en esa época fuera recién nombrado como director de la Comisión Internacional contra la impunidad en Guatemala (CICIG), y que en dicha noticia afirmaba:
- “La élite ha comprendido que si no apoya con el esfuerzo, incluso económico, necesario para la reformulación de Guatemala, lo perderá todo”.
El ser humano es egoísta por naturaleza, muchos incluso afirman que hasta el altruísmo obedece a intereses puramente personales. Ahora que el Gobierno ha vomitado 10 medidas ante la crisis económica, la frase de Castresana muestra la posible “virtud del egoísmo”.
Y luego de que algunos se escandalicen ante mi intencional referencia al libro de Ayn Rand, debo asegurar que la coyuntura guatemalteca demuestra perfectamente cómo los intereses particulares de los grupos empresariales están a las puertas de convertirse en racionales ante los ojos de todos. Racional y naturalmente, el ser humano busca la consecución de sus propios fines, los cuales no interfieren con los de sus semejantes… a no ser, que ese “ser humano” sea un ladrón, un político, un narcotraficante, un guerrillero con ansias de poder y no de libertad, un militar genocida, un pseudo-empresario corrupto y aprovechado o un ciudadano oportunista y haragán.
Los “Pactos de solidaridad” planteados por el Gobierno podrían ser una clara muestra sobre cómo el egoísmo humano podría mostrar algunas virtudes (otro tema será si estas medidas son las correctas y necesarias).
¿Qué opinan?, ¿Ustedes son egoístas o anteponen los intereses de la sociedad a los propios? – Esta vez hasta se aceptan insultos 🙂 –