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Una de las profesiones más demandadas y respetadas del país es la de los sicarios.
A pesar de que sus ingresos son variables (Por matar a alguien, un sicario puede cobrar desde Q50 hasta decenas de miles), los sicarios cuentan con fuertes incentivos penales en Guatemala. Prueba de éllo se lee la tarde de hoy en el vespertino La Hora.
Uno de los autores materiales del asesinato de Rodrigo Rosenberg recibió una pena de 2 años de prisión y deberá entregar granos básicos y alimentos a un hogar de ancianos. Otro de los asesinos se vio en la penosa situación de devolver los Q3,000 cobrados por el trabajito, hizo una bondadosa donación (un quintal de frijol y uno de arroz) al mismo hogar de ancianos, y ahora espera a que se le deje en libertad.
¿Qué le parecen a usted estos incentivos? Además de no pagar impuestos, estos profesionales de la muerte gozan de beneficios penales que los incentivan a continuar ejerciendo su infame profesión.