El pasado martes 8 de noviembre leíamos en Prensa Libre que la Inflación supera el 10%. “Escalada de precios rebasó las estimaciones de analistas y el Banguat; indicadores no se habían superado desde 1996″
Según los analistas económicos de Guatemala, “los efectos de la tormenta Stan, el aumento por la demanda de los ingredientes para el fiambre y alzas en los combustibles y el transporte, empujaron el nivel de precios”.
Para este año, la meta inflacionaria de la Junta Monetaria de Guatemala era de 6%, sin embargo, a menos de 2 meses de concluir el año, ¡¡¡Meta Superada… Y con creces!!!
Nos cuentan también que “El costo de la canasta básica vital aumentó Q176 el mes pasado, para quedar en Q2 mil 764.90, para una familia de cinco miembros.”
El salario mínimo en la ciudad es de Q1,190 más una bonificacion de Q250 (eso me dijeron por ahí, se aceptan correcciones)… Con esa cantidad, esperamos que muchos de nuestros compatriotas se alimenten (éllos y sus familias), vistan, consigan techo, salud y educación que les permita tener mejores ingresos en el futuro!!! (además, la educación frecuentemente aporta mayores armas para mantener buena salud).
Es algo alarmante sin duda alguna y el 99% de ustedes estará de acuerdo conmigo, el 50% tal vez tomará acciones en lo particular para que la situación de nuestros compatriotas mejore poco a poco… pero existe cierto grupo también (me incluyo en ocasiones) que lanza la siguiente duda:
“Alimentación, vestido, calzado, vivienda, salud, educación, entretenimiento, etc… de esos rubros creo que se forma la canasta básica y se asignará un porcentaje a cada uno en el total del gasto mensual de una familia. Pero… ¿La realidad nos mostraría que todas las familias asignan la importancia necesaria a alimentación, salud y educación?, ¿En qué parte de los planes de presupuesto de muchas familias humildes está el gastar el 80% de sus ingresos en bebidas alcohólicas y centros de diversión nocturna?” Los que a veces pertenecemos a dicho grupo, nunca afirmaremos que el alcoholismo y el gasto desordenado es exclusivo de las familias más humildes, seguramente, lo será en mayores proporciones para las familias mejor acomodadas… sin embargo, para las familias de mejores ingresos, ser desordenados en su gasto no implicará que mueran de hambre, sólo desacelerará su “acumulación de riqueza”.
Es muy importante como comunidad, tomar acciones en lo individual para lograr que los ingresos de nuestros compatriotas suban nominalmente y que sean sostenibles… pero además, es importante que el gasto se haga responsablemente, el dilema es ¿Quién se siente con la calidad moral como para decirle al otro cómo gastar sus ingresos? Yo al menos… NO 🙁